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Noticias — 17 Sep, 2021
Reflexiones de la Prof. Alina Fernandez Lucius en el día del docente

Nuestra directora de estudios Prof. Alina Fernandez Lucius reflexiona en el día del docente sobre la educación y la labor docente.

En el día del docente, saludamos a todos quienes integran nuestra amada comunidad educativa. Este es un momento especial para reflexionar sobre la tarea que realizamos y qué significa la tarea educativa para cada una de las personas que forma nuestra escuela. Entender cómo se construye la educación en voz de sus líderes, nos da la pauta de nuestra búsqueda como escuela, de cómo entendemos el aprendizaje y los docentes que queremos ser. 

 

Alina, sabes que sos una de las referentes de nuestra escuela, una de las personas en  quienes elegimos  apoyar la construcción del modelo educativo que hoy imagina nuestra escuela. , ¿Qué es la educación para vos? 

 

-”Se suele utilizar mucho esta frase para cosas que una vez que experimentas no podés dejar de hacer; para mi la educación es “un camino de ida”. Creo que cuando se despierta en uno el bichito de la curiosidad, del conocer, se abre un nuevo mundo y uno se vuelve un mejor espectador de la vida. Es como ir adquiriendo lentes cada vez más precisos, que te permiten ver más lejos, más profundo, más en detalle. La educación te permite vivir la vida de una forma más plena, realizar mejores elecciones, disfrutar de pequeñas y grandes cosas de una forma más completa. 

Creo que nadie nunca se arrepintió del saber, del conocer. Y esto es una buena reputación, ¿no?”

 

Es una manera muy hermosa de entender el conocimiento, la curiosidad y  el amor por aprender. Pero, eso no siempre sucede en el aula, y entendemos que mucho de cómo se configura este proceso tiene que ver con los docentes, ¿Qué crees que hace que un docente sea bueno? 

 

-” Como cualquier cosa en la vida, uno quiere compartir con el otro algo de lo que está convencido, algo que le apasiona. Un buen docente es aquel que mientras habla, se le ilumina la mirada, pone no solo la voz sino también el cuerpo, y logra que ese otro que escucha, entienda por qué es tan lindo o tan emocionante eso que está escuchando. 

Poder sostener la atención del otro desde la palabra es un don, pero a la vez es algo que todos logramos hacer cuando hablamos de algo que nos apasiona. Recuerdo con cariño a muchos docentes en mi trayectoria académica, y a quienes recuerdo no son los que más sabían sobre un tema, sino los que más emoción sentían en su quehacer. Tanto así que muchas veces nosotros estudiantes terminamos lagrimeando y no queriendo que la clase termine. 

Así que no hay mucho secreto, al fin y al cabo: un buen docente cree en lo que transmite, y provoca en el otro la curiosidad suficiente para seguir investigando. Y sobre todo, y no es menor: sabe escuchar. Entender que frente a uno hay un otro diferente, con dudas propias, intereses particulares y motivos diversos, hace que esta construcción del saber sea aún más rica y única. 

Nunca un aula va a ser igual a otra, ni un día igual a otro, y eso es lo divertido y maravilloso de la docencia. 

 

Sabemos que has vivido una recorrido educativo que fue muy fértil y feliz, eso seguramente influyó mucho en cómo te plantas en el rol docente. ¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de construirte como profesora?

 

– “Tengo la fortuna de haber tenido una trayectoria estudiantil colmada de buenos docentes; es así que me vienen a la memoria varias personas, de todos los niveles educativos. Tengo muchas influencias de todo tipo, gente que me inspira a seguir aprendiendo todos los días, a seguir estudiando. Pero creo que mi primera influencia nace en mi hogar. Vengo de una familia de clase trabajadora, donde no siempre podíamos permitirnos grandes lujos. Pero lo que nunca faltó fue material de lectura. Mis padres desde que tengo uso de razón, compraban libros y revistas que ponían a disposición de mi hermana y mía, y así generaron en nosotras el hábito de la lectura. En cada viaje o paseo, siempre íbamos con un libro bajo el brazo, o comprábamos uno en destino, sin importar el idioma. Leer te transporta. Hay algo de mágico en cada historia, en la textura del papel, el olor a libro, que hace del leer una aventura inigualable. Leer te genera curiosidad, abre nuevos interrogantes; el proceso de lectura genera conexiones neuronales que no se logran de otra forma. Y creo que, como vengo diciendo, cuando uno disfruta mucho algo, quiere compartir ese algo para que otros también tengan la fortuna de disfrutarlo, y encontré en la docencia una forma de compartir algo que me apasiona: el afán por conocer cosas nuevas todo el tiempo. Y me emociona ver en la escuela hoy día, niños y niñas que comparten esta pasión. Los escucho y tienen debates súper interesantes, lecturas que desconozco y que provocan que me acerque para escuchar y aprender de ellos. Tienen ideas maravillosas, solo necesitan de alguien que escuche y los oriente para que puedan llegar a ser todo lo que sueñan ser y mucho más. 

No veo un rol más importante en la vida de alguien que el de la persona que te ayuda a llegar más lejos. Y esa persona casi siempre, es un docente. Y estoy feliz de poder encontrarme en este camino.”

 

Éste es tu primer contacto con la gestión del nivel medio, habiendo compartido ya varios años en el equipo del IPESMi  ¿Qué pensas que diferencia al Ipesmi de otras propuestas educativas?

 

-”Cuando inicié mi carrera docente, mi primera experiencia frente a un aula fue decepcionante. Esta bien que era jóven y con nula experiencia, pero me encontré en un lugar al que no quería ir. Tanto así que mi continuidad docente fue en el nivel superior y nunca más en el nivel  medio. Recién volví a la educación media cuando llegué, con muchas dudas pero con un gran desafío, a IPESMI.

Creo que trabajar en un lugar de mente abierta, con una mirada atenta hacia las necesidades no solo de la sociedad sino también de los y las jóvenes que transitan por nuestra aulas, es un valor que no se encuentra en todos los colegios. IPESMI es una escuela con escucha activa, con profesionales muy capacitados y que se mantiene siempre bajo un perfil innovador. Tanto así que no nos llevó ni siquiera una semana construir un modelo de escuela virtual ante la irrupción de la pandemia en marzo de 2020, y así también somos uno de los pocos colegios del país con escolaridad plena desde que inició el ciclo lectivo. 

Nuestros estudiantes son los más importante que tenemos, conocemos a cada uno de ellos, y trabajamos día a día para que la escuela sea un lugar al que quieran venir, donde se sientan seguros, pero sobre todo, donde se los prepare para toda la vida que aún les queda por delante. 

Me siento realmente afortunada de poder formar parte de este hermoso equipo de trabajo.

 

Muchas gracias Alina, y nosotros estamos felices de que seas parte de nuestro equipo!